domingo, 4 de noviembre de 2012

Lo que escribo mientras no estás (2)


Invocamos la tarde, la hora intermedia,
dejando ver por segundos
el sueño hecho realidad y viceversa...,

Cazando atardeceres
con poderes sobrenaturales,
que sólo revelan ante similares
los bordes de nuestros espíritus.

Y luego la noche hambrienta
pide poemas y prosa
que describan mi deseo,
floritura en verso diverso,
de tenerte muchas ganas.

Pero antes, hay que seguir cazando
dorados, pasteles y cursis
cumulonimbus, cirros y stratos
que te empalaguen la vida.

También sirven las tardes sin nubes,
esos horizontes en degradé
son los mejores para divisar las estrellas
y tus sonrisas dormidas.

Y suenan las canciones preferidas
de un posible futuro donde hay perecitas,
en ese lugar secreto donde los sueños se cruzan
a la velocidad de un beso en boceto,
garabateado como pecas estelares.

Escucha: los atardeceres nos esperan,
sólo temen que no los capturemos a tiempo;
claman por ser tinta de esta aventura
al otro lado del universo,
donde se abraza por todos los ángulos posibles
y se respira diferente,
y se comen labios de maneras poco discretas ;-)

JLGQ.

(y aquí un regalo musical: "Constellations", por Jack Johnson)

domingo, 28 de octubre de 2012

Lo que escribo mientras no estás (1)

La promesa de un beso mariposa
enredado en barbas traviesas,
fecunda itinerarios del corazón viajero,
volando encima de unos
y rodando debajo de otros,
burlando los husos horarios
con nuestras voces desde lejos...,

Y desde cerca, es la promesa,
de arena y espuma bajo los pies
de esas palabras sin tiempo que
suenan y se escriben solas...,

Esas palabras hablan de mañanas con desayunos,
siestas compartidas, películas para ver juntos,
donde las caricias tendrían un jardín
para florecer a su antojo.

Lo cierto es que no hay certeza
mas allá de las sonrisas del alma,
detonantes de sueños nuevos y viejos
en este "ahora" que parece eterno
sólo cuando tu me hablas...


JLGQ. 27/10/12.


miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿Por qué flotan los (mis) pensamientos?

La meteorología fue un escondite infantil, el cual parece tiene algo que ver con mi herencia genética (todavía es un misterio, delicioso misterio, porque los misterios tienen ése sabor siempre); y poco a poco fui descubriendo, así en primera persona sin mas maestro que mi propio reflejo que el calor de mis ideas se comportaban como el agua a nivel molecular, químico y físico. 

(Ni se te ocurra corregir mi uso de la ortografía, porque no disfrutas salirte del camino común, por ende no disfrutarás mi arquitectura alfabética, semiótica y simbólica. Simplemente, vete, así sin mas)

Como decía, mis ideas, infinitas y prófugas, siempre se condensan y se sumergen en ese mar aéreo que me circunda, charco galáctico que brilla de día y noche. El detalle es que todavía soy un astro en formación, roca ígnea por labrar, erupcionar, erosionar..., sucumbir a mis propios sismos.

Y cúmulos de sueños, pesadillas sin asidero, estratos barridos y congelados en el tiempo, van sin orden aparente a todos lados y a ninguno, como siempre, como soy siempre. A veces me atormentan, ¡que cliché!, y se arremolinan frente a mi cordura, cual chihuahua desafiante y contradictoriamente temeroso.

- ¿y que?, ¿me van a mojar?..., ¡uy que miedo!- les digo, sin temblar, retando su consistencia. A la final truenan incoherencias y se difuminan al horizonte, se funden y se dispersan y me dejan hablando solo. Entonces duermo, y mi inconsciencia procrea mas y mas ideas que atestan mi aire, sin sofocar, sin maltratar. Las admiro, de veras que si, verles laboriosas formar figuras indescriptibles en cualquier alfabeto humano para mi deleite, pero..., ¿que desean de mi?, ¿mas vapor?, ¿hasta cuando mas vapor?...

Quiero que me bañen, que se desparramen sin pudor y se fundan en mi, ya mi espíritu es cuna fértil esperando sus nodrizas. Sean implacables y copiosas con mi carácter, por favor, tatúen ríos y mares llenos de historia, embuste y ficción, reflejando la realidad de otra dimensión mas jocosa que ésta. 
Entonces vendrá la creación, floreceré y vendrán las mariposas mariconas, sí, mariconas. Eso sí, esas mariposas no serán tan mariconas como tú, analfabeta emocional que se esconde en lo convencional, que cree que de nada vale lanzar prosa a tus ojos para también sentir la vida (aunque te confieso, si ha llegado hasta aquí tu lectura, puede que haya algo de esperanza, mamífero). 

Ah, los mamíferos también existirán en mi, y con su mierda a la final me abonarán mejores ideas, ¿no?. Y los vegetales y minerales (y demás seres y elementos que no les contaré..., todavía).

Pues si, soy planeta en formación, girando en torno a mi fe, estrella joven y azul, buscando un satélite compañero que me ilumine la noche y me haga sonreír, aunque eso puede esperar. Primero, primero debo establecer cataclismos que me permitan ser habitable, paradisíaco, sin dejar de ser impredecible eso sí. Entonces listo, ya vengo, que mi caos creativo comienza ya!

JLGQ